13 de diciembre de 2015
Nuestro tercer escalón de esta bonita
escalera...
La semana previa a esta cita mi cabeza
era toda una montaña rusa de sentimientos contradictorios, angustia y miedo
porque el "dolorcillo de la cadera" estaba presente, aparecía,
desaparecía...y mi cabeza se llenaba de preguntas: "me he lesionado?,
podré terminar la carrera?, podré terminar el reto entero?"..., en función
de los días que iban pasando y de como resultaban los entrenamientos, mi cabeza
viraba y las preguntas se transformaban en: "¡pues claro q lo haré!, ...
iré tranquila, despacito y si me tengo que parar a andar lo haré, pero entrare
por esa meta!!!..
Cada vez que se acerca una de estas
carreras, una media maratón .mi "temida" distancia... mis nervios
salen a la luz y hacen sus destrozos, ... esa noche tampoco descanse mucho, di
mil vueltas en la cama .... y nos toco un buen madrugón...
Desde aquí quiero agradecer una vez más
al padrino Andrés que cubrió la logística en casa, y se quedo al cuidado de la
pequeña tribu.
Los nervios iban en aumento, cuando el coche
ya estaba en la puerta del garaje me acordé de que no llevaba la cinta del pulsómetro
y volví a por ella (no se debe correr sin llevar controladas las pulsaciones), miré
el reloj mil veces pensando: "- y si llegamos tarde? "..
Recogimos a Bea y nos unimos al resto
de la expedición que partía hacia Torre-Pacheco,.. el viaje fue rápido y al bajar del coche la
sensación de frío fue tremenda... hay veces que no puedo evitar pensar y
decirme a mi misma: ¿que demonios hago aquí, un domingo, con lo calentito y a
gusto que se esta en casa?;
Llegamos a tiempo para recoger el
dorsal, incluso nos dio para un café rápido y volver al coche a dejar todo lo
que nos habían regalado en esta bolsa del corredor que fue como hacer la compra
en la huerta murciana, además nos hicimos ese par de fotos que siempre te haces
justo en la línea de salida, con cara de frío y susto....
Sonó el pistoletazo de salida y echamos
a correr..no llevábamos ni siquiera un kilómetro cuando un grupo de chicos que corría
con nosotros mezclado en ese pelotón empezó a animarnos.. les gustaba el nombre
del reto ("yosipuedo") y la causa por la que corríamos..
Inevitablemente ese nombre también
entro en mi cabeza: "yosipuedo", claro que puedo, ¿porque no?
Hay veces que pequeños detalles son
grandes bombas que te impulsan hacia delante, el miedo desapareció y me sentí
tremendamente orgullosa de correr por esta causa y feliz de poder hacerlo y
encima rodeada de quien más quiero..
La carrera fue bonita porque me sentí
feliz, y el ambiente también fantástico, había gente en las calles del pueblo
animando y algunos con sus propios equipos de música a todo lo que daban...
Pepe no dejó de guiarme en el ritmo
para que fuera más o menos constante y no lo forzara mucho.
Pasada la segunda mitad de la carrera conocí
a una chica, Isabel, que nos grito porque la estábamos adelantando y la
animamos a que siguiera a nuestro ritmo un rato, durante el cual nos contó que estaba
preparándose para hacer una maratón...
Cuando el kilómetro 18 estaba casi
terminando y el recorrido ya volvía al centro del pueblo muy cerca de meta llevábamos
delante nuestra a dos chicas que reducían su ritmo poco a poco, hasta que una de ellas paro en
seco... en eso momento Pepe la animó para que siguiera con nosotros, para que
no parara .. y nos acompaño otro rato...
En la curva del kilómetro 20 había mucha gente que nos gritaba "animo
pareja que ya esta hecha!. Y sin darme cuenta Pepe y yo entrábamos bajo el arco
de meta cogidos de la mano...
Tiempo total 1:56 y cuarta en mi
categoría, quien me lo iba a decir con el miedo que tenía por ese dolorcillo de
la cadera...
Ahora hay que seguir pasito a pasito,
subiendo esos escalones, nos vemos en el cuarto #MMSantaPola2016.
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