29 de noviembre de 2015
Esta es mi quinta media maratón ..y dicen que no hay quinto malo..
Esta vez sí he dormido en mi casa, en mi cama y no en un hotel, en una
cama extraña a un montón de kilómetros, voy a desayunar en mi cocina, con mi
cafetera y mi tostadora...pero hay algo que si es igual esta mañana…, los
nervios están aquí otra vez...
La línea de salida no está muy lejos de casa, pero antes de llegar
hasta allí como corredora, tengo que hacerlo como madre….
Estoy muy orgullosa de la
pequeña tribu que tengo en casa y soy muy afortunada por ello, mis tres chicos
están federados cada uno en un deporte diferente, y casi todos los fines de
semana tienen algún partido o algún entrenamiento, éste no era diferente…, así
que dejamos al mediano de la familia en el Pabellón de San José con sus
entrenadores Pilar y Juanjo, que se encargaron de llevarlo hasta Sangonera, para su partido de futbol-sala. El resto de la
tribu se quedo en casa al cuidado del padrino Andrés que siempre está dispuesto
a echar una mano en la logística...
Si,… soy corredora, porque el hecho de poner un pie detrás de otro y
hacer kilómetros, ya te hace corredora, pero no nos equivoquemos, yo soy una
madre que corre, no una atleta de elite que vive para entrenar, y si, …me
gustan las redes sociales porque me mantienen conectada con el ritmo que hoy en
día nos toca vivir, y poder compartir y escuchar lo que piensa el otro siempre
enriquece, incluso la crítica, pero solo si se hace desde el respeto, y muchos
deberían respetar, animar y alentar a personas que deciden un día levantarse
del sofá y calzarse unas zapatillas…
Al llegar a la línea de salida el tiempo pasó volando saludando a
muchos amigos y compañeros preparándose para esta carrera; Somos muchos del
#retoyosipuedo, unos correrán la media maratón y otros lo harán en los 10,5 km,
pero estamos todos aquí y esta vez muchos vamos a compartir una carrera, y eso
me da fuerzas y seguridad…; Como en todas las carreras hacemos muchísimas
fotos, .... esto supongo que está dentro de este “postureo runner” que tan en auge
está hoy en día, pero es un bonito recuerdo y entre otras cosas sirve para
compartir risas y aplacar esos nervios, mis temidos nervios.., de repente soy
consciente de que corro en casa.., eso me sirve de alivio, pero también me
preocupa porque no quiero fallar en mi tierra.., no quiero que mi esfuerzo sea
analizado o criticado .., y mis nervios van en aumento al saber que Pepe no
está al cien por cien por un problema en el abductor y antes de salir ya me
avisa que tal vez hoy tenga que entrar sola en meta...
Esta vez no hay cajones de salida y si miro hacia delante o hacia atrás
ese mar de camisetas multicolor es más pequeñito, pero es más autentico porque
muchos de ellos son amigos/as que se
enfrentan a la misma distancia que yo, o a la mitad, pero en definitiva al mismo reto que yo, y eso hace que esta
salida sea especial...; Es en esta línea de salida cuando miro a mi
alrededor.., esta vez la pregunta que me ronda por la cabeza no es...que
demonios hago yo aquí??..sino.., de verdad toda esta gente disfruta la
carrera??..
Suena el pistoletazo de salida y lo hacemos junto a Bea que hará 10,5 km por primera vez
y pronto se nos unen Conchi, Ana, Miguel Ángel y Ricardo…, lo hacemos a 5:00
min/km, un ritmo muy por debajo de lo que teníamos pensado, pero nos
encontrábamos bien ….; Correr tiene cosas extraordinarias, pero si me tuviese
que quedar con una sola razón para hacerlo, ésa sería poder compartir esta
“pasión” con gente especial...y yo estaba rodeada de gente especial.
A la altura del km 7 tuvimos
la visita inesperada de mi cuñado Blas, que salió a entrenar y nos
acompaño durante tres km, recordándome aquella primera vez que lo hizo en mi
primera Media Maratón en Granada…, aún recuerdo las lágrimas que derramé al
entrar en aquella meta, por el tremendo esfuerzo físico que eso significaba
para mí y a la vez, el tremendo orgullo de haberlo conseguido,…sin duda todo un
lujo llevar una liebre como esa.
Llegamos a los 10 km en 52 min y fue entonces cuando dejamos a Bea y a
Conchi en meta y empezamos a regular nuestro ritmo pues aún nos quedaba una
vuelta más al circuito... las fuerzas iban menguando un poquito, pero fue a partir de este momento cuando más
presente se hizo el Equipo
#Retoyosipuedo…; Chocar la mano con Salva, ver a Julio en el cruce de Santa
Clara cámara en mano y gritando tu nombre…, o en el avituallamiento de Jerónimo
Santa Fe, toda una sorpresa ver al gran
Juan Jaén darte un botellín de agua y gritarte ánimos, en vez de verlo en la cabeza de la carrera; o
a ese Boti en las Columnas haciendo fotos y gritando a todo pulmón: “Vamos, si
que puedes”..
Es una lástima que aquí en esta carrera no puedas escuchar a tanta
gente como en otras que salen a la calle a animar a todos esos locos que
corren, o que puedas escuchar cada ciertos kilómetros alguna banda de música
con alguna canción de esas que te ponen los pelos de punta y hagan de gasolina
a tu motor.. es una lástima que haya tramos donde la única música que escuchas
es el ritmo de tu respiración; aun así a la altura de las columnas, sonaba en
la segunda vuelta, la banda sonora de la película de Flash Dance y eso junto a
los gritos de ánimo de los propios corredores que se cruzaban fue la
gasolina...
Nuestro ritmo era constante, logramos llevarlo en todos los km por
debajo o alrededor de 5:30 y ya quedaba poquito…, a la altura del km 18, Pepe
me avisa de que su abductor tiene que bajar el ritmo y me anima a seguir sola
para intentar entrar por debajo de esas dos horas…el camino de tierra que
llegaba hasta la Virgen de las Huertas fue difícil, porque llevaba la lucha
interior de apretar o esperar a que ese abductor se recuperara y me alcanzase…,
a la altura del Kiosco Sevilla me adelantan algunas mujeres…, y me viene a la
cabeza esa frase…”Vamos, si que puedes”.. y fue entonces cuando decidí que
tenía que entrar en ese tiempo, que podía hacerlo...y apreté de nuevo el ritmo,
adelantando en plena subida a algunos…,
ya casi en la entrada a la curva de meta oí a Cristóbal que me pregunta
cómo iba, y solo pude gritarle: “entro por debajo de esas dos horas”…ya estaba
feliz y ni siquiera hacia cruzado la meta.
Logre entrar por debajo de esas dos horas, a pesar de que la distancia
no fue exactamente 21,097 km…, incluso logre subirme al pódium como tercera
local…, pero si tengo que quedarme con lo mejor de esta carrera, sin duda
alguna lo mejor fueron los gritos y los
ánimos de todos los componentes del #retoyosipuedo, de toda esa gente especial
que ese día me acompañaba, y que en cada cruce gritaban tu nombre, dándote alas
y fuerzas para seguir avanzando y hacerlo a buen ritmo…, el #retoyosipuedo
demostró ese día que es una piña, que funciona como un motor que te empuja a
creer en ti y alcanzar tus sueños, por muy difíciles que estos sean..
Así que desde aquí una vez más gracias a todos…
Este es el segundo escalón de los 12 que tenemos que subir juntos, os
espero a todos en el tercero #MMTorrePacheco2015.
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